"Hay un chiste italiano buenísimo acerca de un hombre pobre que va al templo todos los días a rezarle a un santo. Reza a la estatua: Querido santo por favor, por favor, por favor déjame ganar la lotería. Al final, la estatua desesperada cobra vida, baja la mirada y le dice al hombre: Hijo mío, por favor, por favor, por favor compra un billete".

Come, reza, ama

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cuando la Luna se esconde

Si el Invierno supiera